
Camila Castro, actriz: “Lo más importante cuando uno hace teatro es formar mejores seres humanos”
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Camila Castro, de 31 años, es actriz y docente oriunda de Santiago de Chile que ha dedicado su vida al teatro y a enseñar, desde una visión de respeto e inclusión: trabaja en un colegio con alumnos neuro divergentes, síndrome de down, parálisis cerebral y discapacidad intelectual; donde busca innovar en formas de enseñar a las infancias. Es creadora y directora de la compañía de teatro “Luz de Fénix”, además participa en el proyecto musical y teatral inspirado en las murgas uruguayas llamado “La Corre y Vuela” donde se abordan temas de conciencia social y política, así como del empoderamiento femenino. A través de la sensibilidad que entrega el teatro, se espera abrir un espacio, que desde el autoconocimiento, se forme una sociedad más empática y humana.
¿Qué la llevó a dedicarse al teatro? ¿Hubo algún momento en específico en que dijera “quiero ser actriz”?
Sí, cuando iba al colegio estaba pasando por una depresión muy grande y repetí segundo medio. Cuando repetí el año me metí en el taller de teatro de la escuela y me sentí super bien, acogida y relajada. Presenté una obra que era el Quijote de la Mancha y dije “oh, esto es lo que quiero hacer toda mi vida”. Así que después salí de cuarto medio, di la prueba especial para entrar a actuación y quedé. Ese fue mi impulso para querer entrar, como a los 15 años lo decidí.
¿Cómo fue el proceso de formación de la carrera y durante su trabajo como actriz?, ¿hay algún momento que destaca?
La formación fue dura, la escuela de teatro es dura. La gente piensa que estudiar teatro es muy fácil pero no, se requiere mucha disciplina tal cual como la podría tener un militar, se compara mucho, hay que ser muy riguroso. Estudié 4 años y fue duro pero bonito, yo lo pasé muy bien, me fue muy bien. Después egresé, entré a trabajar y formé mi primera compañía de teatro que la mantengo hasta el día de hoy. Ha sido todo espectacular, sobre todo desde hace un año y medio hasta la fecha que todo ha ido muy lindo dentro de la compañía, hemos viajado, hemos tenido hartos festivales de teatro, así que estoy muy contenta.
Es directora de la compañía Luz de Fénix y cantora de la murga “La Corre y Vuela” ¿qué significado tienen estos dos proyectos en su vida?
La primera es mi compañía donde soy directora, se llama Luz de Fénix y es una compañía de teatro musical. Hacemos diferentes musicales, mezclamos la música con el teatro, se canta en vivo, todos los intérpretes cantan, bailan, somos un grupo de 30 personas así que somos muchos. Estamos hace harto ya, yo diría como 8 años trabajando, rodando y ahora hemos tenido muchas funciones de La Pérgola de las Flores, tenemos Tartufo en la cartelera, Jesucristo Superstar, Brillantina y se viene el estreno de Beetlejuice y El Degeneresis que es un musical chileno, junto a otras cositas más por ahí.

Yo fundé Luz de Fenix. Soy fundadora, directora, gestora. Soy la que mueve las cosas para que se puedan presentar las obras, la que vende las obras a las municipalidades y todo eso. Por otro lado, en la murga La Corre y Vuela soy intérprete, es un coro de mujeres cantantes y músicos multiinstrumentistas, hacemos shows donde se tocan temas sociales, políticos y de la mujer, porque es un coro de puras mujeres. Entonces tiene mucha crítica social, de la murga soy parte hace aproximadamente 3 años, fuimos de gira a Uruguay el año pasado en diciembre con nuestro show “A Lo Humano en Canción”. También es una experiencia muy linda, más cercana a la música que al teatro, pero estéticamente es muy cercana al teatro porque hay maquillaje y trajes muy exuberantes. Inicialmente la murga se empezó a crear inspirada en las murgas de estilo uruguayo aunque La Corre y Vuela está teniendo su propio estilo chileno.
¿Tengo entendido que el presidente Gabriel Boric asistió a una presentación?
Exacto, el año pasado en marzo, el presidente Boric fue a vernos con su ex pareja Irina Karamanos al teatro Nescafé de Las Artes y estuvo con nosotros en el estreno de “A Lo Humano en Canción”.
¿Ustedes tenían conocimiento de que él asistiría o fue una sorpresa?
Por lo que tengo entendido se le envían al presidente unas cartas de invitación, que pasan por su secretaria, etc. Él decide a qué shows va, le gustó tanto que subió una foto a Instagram -se ríe-.
En cuanto a la docencia, sé que hizo clases online durante la pandemia y que ha hecho clases también en escuelas ¿cómo llegó a querer enseñar?
Justo en este momento estoy en el colegio, estoy trabajando de lunes a viernes en un colegio donde tengo diferentes tipos de estudiantes que tienen necesidades especiales; autismo, síndrome de down, parálisis cerebral, discapacidad intelectual, entre otros. Cuando estaba estudiando teatro me llamaba mucho la atención la docencia, siempre quise hacer talleres. El primer taller que hice fue en un colegio, donde estaba Bastián que ahora es parte de mi compañía, trabaja conmigo. Me encantó, siempre me gustó enseñar sobre todo de algo que amo mucho. Después cuando en la pandemia todo se paró y los artistas quedamos un poco rezagados, se me ocurrió hacer teatro online y funcionó perfecto. Lo más lindo de todo es que nos pudimos conectar de todas partes de Chile, de diferentes ciudades y regiones; teníamos compañeros de Chiloé, una compañera de Argentina incluso. Me encanta enseñar, creo que el teatro es una herramienta poderosa para ser consciente de muchas cosas, para conocerse a uno mismo, para redescubrirse. Por eso siempre me gustó la docencia y ahora con esta experiencia en este colegio más aún, porque hay que buscar nuevos métodos, no todos mis estudiantes hablan, algunos de repente desde los silencios hay que trabajar.

Desde su perspectiva, ¿qué papel cree que juega el teatro en lo que es la sociedad actual?
Hay muchas frases bonitas y un poco clichés, pero hay una que me gusta mucho que tiene que ver con que el teatro no solo sirve para formar buenos artistas, lo más importante cuando uno hace teatro o cualquier tipo de arte es formar mejores seres humanos. El teatro te hace conectar contigo mismo y ser consciente de tu entorno, es una herramienta muy bonita para empezar a ser más empático. Uno como actor, como docente, al educar se convierte en un agente de cambio dentro de un espacio. También hago mucho teatro comunitario en poblaciones, entonces sirve para poder conectarnos entre nosotros y empezar a establecer mejores lazos y trabajar nuestras habilidades sociales, que tienen que ver con cosas básicas como: escuchar, atender, ser amable, pedir ayuda, aceptar ser ayudado, etc. Yo trabajo un poco el tema del ser humano, uno puede no querer ser actor y tomar un taller de teatro que te va a servir toda la vida.
¿Cómo ve el rol de las mujeres en el teatro? ¿Ha tenido que enfrentar alguna dificultad al respecto?
Me encantaría decir que no, pero sí. Generalmente las mujeres somos ciudadanas de segunda clase, no solamente sucede en otras profesiones o lugares de trabajo más comunes, en el teatro también sucede. Hay pocas directoras que son reconocidas, pocas actrices que son reconocidas. Pero he tenido la oportunidad como mujer de poder fundar mi compañía, de poder sembrar ese camino, para después cosechar cosas que tienen que ver con el respeto hacia la imagen de la mujer. Estoy en una murga de puras mujeres que hablan precisamente del empoderamiento, del respeto, donde nuestra banda son solo hombres pero que aún así saben que quienes llevan la voz cantante de este grupo son las mujeres. Lo bonito es que se está logrando en el fondo, pasar de un lugar donde nosotras hemos sido miradas en menos o que ha costado tanto avanzar. Estamos logrando a puro pulso un lugar de respeto dentro del arte, por mucho tiempo se embelesa más la imagen del director pero no de la directora, como “es un hombre el que lleva las cosas, es un hombre el que logra”. No, también hay muchas mujeres, muchas compañeras secas, dramaturgas, actrices sequisimas, docentes muy buenas que están pavimentando el camino para las que vienen.
¿Tiene algún proyecto, algún sueño que le gustaría alcanzar en el teatro o en algún ámbito en general?
Me gustaría poder tener un espacio grande para poder hacer clases y ensayar con mi compañía, un espacio mío, propio. Poder colgar todos los regalos, galardones y reconocimientos que nos han dado en distintos lugares donde hemos ido. Un lugar para invitar a gente que no tiene acceso al arte, que no puede pagar una compañía de teatro, dar ese espacio similar a lo que hicimos online donde cobrábamos hasta luca en un principio. Crear un espacio en que se pague un monto muy accesible para que la gente se pueda acercar, ya que lamentablemente el arte en Chile es muy elitista, solamente la clase alta logra entrar en este lugar y los pobres no. Por eso la gente dice “es que la gente pobre no tiene cultura”, porque tampoco se les acerca la cultura. Es importante facilitar ese espacio, me gustaría eso. Tener un lugar donde hacer clases y poder regalarle a la gente con poco monto o quizás gratuitamente la posibilidad de vivir la experiencia de hacer teatro.
El trabajo de Camila es un claro ejemplo de cómo, tanto la práctica del teatro como su enseñanza, contribuyen al desarrollo de habilidades sociales esenciales para una buena relación entre pares en la sociedad actual, cualidades que muchas veces no son cultivadas ni reconocidas como tal. De esta manera el teatro no solo forma únicamente artistas, actores ni actrices, sino seres humanos más conscientes consigo mismos y con el resto.