Consumo de moda responsable: una mirada a la ropa de segunda mano

Consumo de moda responsable: una mirada a la ropa de segunda mano

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pexels-burst-374677-2-1024x576 Consumo de moda responsable: una mirada a la ropa de segunda mano

Por Aruna Gálvez y Esperanza Rodríguez

Según datos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, ya sea por la extracción y refinamiento de petróleo como por las grandes cantidades de agua que requiere.

Una nueva preferencia ha tomado impulso en medio de una creciente conciencia ambiental y la búsqueda de alternativas sostenibles, según la revista Harper´s bazaar España en un artículo publicado el presente año llamado “2022, el año en que aprendimos a comprar ropa usada” en los dos últimos años, el uso de la ropa de segunda mano aumentó, así lo demuestra la plataforma mundial Vinted encargada de la compra y venta de este tipo de ropa, la cual “en 2022 ha llegado a más de 800 millones de usuarios registrados a nivel global y ya está presente en 18 mercados”.

Esta tendencia rescata prendas antiguas y de selección, dando cuenta como la calidad de ciertas prendas perduran a través del tiempo. Al respecto, los clientes tienen la perspectiva de que es mucho más económico comprar este tipo de ropa y para los vendedores es más fácil conseguir los productos, aún así para los profesionales como diseñadores de vestuario esto es un declive para su trabajo, ya que a pesar de que se rescatan obras del pasado y se pretende ayudar al medio ambiente, también se deja un poco de lado  las nuevas prendas de diseñadores locales.

En Chile la ropa de segunda mano empezó a distribuirse en 1975 y desde entonces se importan grandes cantidades provenientes, principalmente, de Estados Unidos, es debido a esto que a este tipo de ropa se le denomina “ropa americana”. Gracias a la importación de dichas prendas se originó una amplia variedad de estilos y surgimiento de diferentes marcas, producto de esto los precios se volvieron más accesibles para los chilenos al momento de comprar aquello que más les llamaba la atención. Hoy en día, según el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC), los comerciantes de ropa de segunda mano tienen la responsabilidad de dejar en claro a los clientes que se trata de prendas usadas. Sin embargo, en esos casos el derecho a garantía no aplica, es decir, si el comerciante ha sido transparente al comunicar que se trata de ropa de segunda mano, el cliente no puede exigir ningún tipo de garantía.

Por otra parte, el mercado textil es uno de los que más contaminación aportan al planeta, según los datos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), ”la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo”, ya sea por la extracción y refinamiento de petróleo como por las grandes cantidades de agua que requieren. Por lo tanto, al elegir prendas de segunda mano, se contribuye a la reducción de la demanda de nuevas producciones y se fomenta una cultura de reutilización, prolongando la vida útil de los productos textiles y disminuyendo el impacto ambiental asociado con la industria de la moda.

De modo que no solo se debe depender de actos que realicen grandes marcas de la industria como es el caso de Adidas, la cual según su página web oficial está prefiriendo ayudar al medio ambiente lanzando el año 2022, en colaboración con la marca Parley, una colección de ropa deportiva a base de residuos plásticos del océano, sino que también es muy importantes que las personas como clientes e individuos prefieran esta opción más armoniosa con el medio ambiente.

En la Región de Coquimbo, actualmente existe una mayor demanda por prendas exclusivas, incluso el donar o realizar trueques de ropa ha cobrado relevancia, según Diego Vega administrador de la tienda “Libera tu Ropa”, la cual se encarga de recolectar ropa en toda la región tanto para reciclar como para darles una segunda vida  “hace rato se perdió el prejuicio de la ropa usada. Últimamente también ha dejado de llegar ropa infantil a nuestros puntos limpios, pero se entiende que es porque la gente está dando, recibiendo o vendiendo más ropa”.

La Serena y Coquimbo cuentan con diversas tiendas dedicadas a la venta de ropa reutilizable, ofreciendo una amplia selección de prendas y accesorios, promoviendo en diversas ocasiones el intercambio de ropa, fomentando la colaboración y la comunidad entre los amantes de la moda sostenible, así lo cuenta Adriana Hernández, vendedora y bodeguera de la tienda Petit´s Boutique de la ciudad de La Serena “hay prendas que les damos la oportunidad y las que no son feas, pero tampoco bonitas, estas las mantenemos en una oferta de 2 por 5 mil pesos, cuando esa oferta no sale seleccionamos todas las prendas que están una o dos semanas en la tienda y las damos a donación”.

Unas de las cosas que más ha ayudado a este tipo de tiendas son las plataformas en línea, grupos de redes sociales y sitios web que permiten a los usuarios comprar de manera más fácil, Adriana Hernández comenta algunos de los métodos que utilizan para promocionar sus productos en sitios web y redes sociales  “hacemos material cada día para la venta online, además de la realización de contenido para las historias de la cuenta de Instagram y videos en Tik-Tok, también hacemos comerciales, desfiles, concursos o incluso proponerle a personas que están en proceso de ser influencers y tienen seguidores la oportunidad de promoción en sus redes sociales”.

Junto a esto Ángela Osorio dueña de la tienda online de ropa usada Damian y Gretta, situada en la ciudad de La Serena asegura que los comentarios y las buenas experiencias de los clientes es lo que más ha publicitado a su tienda, junto a Facebook, ya que es donde más suele vender sus productos, destacando que “lo que más vendemos es ropa de marca y deportiva de muy buena calidad, a veces viene ropa con etiquetas o ropa nueva que solo le falta la etiqueta”.

Por su parte, los clientes se encuentran bastante conformes, ya que pueden encontrar gran variedad de productos en estas tiendas, además de conseguir prendas para todas las edades, únicas y de distintos estilos. Así lo señala Canela Galvez Orfebre de la comuna de Vicuña y clienta habitual de estas boutiques “yo suelo comprar ropa en las ferias y tiendas de segunda mano porque me gusta mucho el factor sorpresa, ya que nunca sabes lo que vas a encontrar y siempre hay prendas únicas y originales que no se ven en el mercado”.

Asimismo, Nicole Pozo estudiante de medicina y clienta, diceque recomienda estas tiendas para apoyar el comercio local, regatear y encontrar piezas únicas, además de ser más barato y serviles a quienes imparten la profesión, pues tienen uniformes clínicos que en otras tiendas una sola pieza sale alrededor de 20 mil pesos, en cambio en la ropa americana las ha encontrado incluso a 2 mil pesos, lo que es conveniente porque normalmente siempre están en buen estado.

En contraste a esto Sofía Blens diseñadora de modas y creadora de la marca Blens comenta que “las boutique de segunda mano han subido demasiado el valor de las prendas, porque antes los valores no eran tan elevados como lo son actualmente” Por otra parte, cabe destacar que no siempre la ropa de segunda mano es tan buena como las personas creen, ya que a pesar que se diga que se rescatan modas antiguas o marcas buenas, Ángelica Osorio comenta que “a veces sobrevaloran mucho la ropa americana diciendo que es vintage, que tiene un gran valor por ser antigua o por las marcas, pero aun así los fardos que uno compra no son tan caros” además de que hay que tener mucho cuidado porque dichas prendas pueden venir con fallas.

Por su parte Christel Horn directora creativa de PIN PUNK, marca de ropa elaborada a partir de prendas en desuso, indica que la ropa americana vintage es la que se cataloga como la creada antes de 1990, ya que esta era diseñada para ser duradera y de buena calidad. Mientras que ahora se le está llamando ropa americana vintage a prendas que se elaboran en estos tiempos, son de otras marcas y están creadas bajo el concepto del fast fashion, lo que significa producción de ropa de manera rápida, con calidad que no es óptima y están hechas para no durar.

La oportunidad de traer tendencias del pasado permite a las personas experimentar nuevos estilos, ya que al tener más probabilidad de obtener una prenda única existe mucho más interés, en especial en estos tiempos que existen personas que les gusta destacar y no igualarse al resto. Muchas de las personas están enfocadas en el estilo retro e intentan rescatar prendas que ya han tenido su momento de popularidad, Christel Horn manifiesta que “me parece que esto de la moda americana, la que es vintage, es una buena oportunidad para traer tendencia del pasado y que fuesen de una calidad óptima”, pues anteriormente esas prendas que fueron olvidadas tuvieron su momento de furor y gloria el cual vuelve con más fuerza, así lo destaca Damaris Esquivel fundadora de la marca de ropa Remozar Etelier “la perspectiva ideal es que las personas puedan ser más conscientes del uso de la ropa que dan, ya que muchas veces puedes conseguir en estas tiendas prendas de un solo uso o dos. Por otro lado están dando valor nuevamente a un producto que ya fue una estrella en algún momento” por lo tanto está la posibilidad de que las personas que compran este estilo de ropa, utilicen o estén utilizando pequeñas joyas textiles del pasado sin siquiera darse cuenta.

La moda reutilizable está instalada como una forma sostenible en un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de la gran industria textil, al optar por prendas de segunda mano, vintage o participar en prácticas de intercambio, se contribuye a la reducción de residuos y la conservación de recursos naturales. Además, permite desarrollar un estilo propio, descubrir piezas únicas y expresar la individualidad. A medida que más personas adopten esta forma de consumo responsable, se darán pasos importantes hacia un futuro más coherente con el cuidado del medio ambiente.

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