
Arte IA y su impacto en la sociedad
El arte generado por inteligencia artificial (IA) presenta dificultades para los artistas en el mundo laboral, específicamente en la calidad de sus empleos e ingresos. Durante enero de 2024, la Society of Authors, un sindicato de escritores, ilustradores y traductores literarios profesionales del Reino Unido, reveló en un estudio que un 26% de ilustradores perdieron su trabajo debido a las IAs generativas de imágenes y un 37% de los encuestados afirma que producto de ello, sus ingresos también disminuyeron.
Un comunicado de prensa publicado el 25 de marzo de 2025 por la empresa de investigación y despliegue de inteligencia artificial OpenAI introdujo la generación de imágenes 4o para el chatbot ChatGPT‑4o, popular aplicación de inteligencia artificial capaz de tener conversaciones con sus usuarios, resolver consultas y generar imágenes. La nueva función de GPT-4o contribuyó a la creación de imágenes más precisas, concisas y fotorealistas, y el filtro incorporado para transformar fotografías al estilo del estudio de animación japonés Studio Ghibli explotó en redes sociales. El día posterior a su introducción, una publicación en la red social X del usuario @Zeneca ocupando el filtro para recrear imágenes virales recibió 11.3 millones de visitas en total.
La difusión masiva de la publicación evidencia la popularidad de estas tecnologías recientes. Además de ChatGPT, otras IAs generativas de imágenes han acumulado cantidades importantes de usuarios, como lo es el caso de Midjourney, programa que actualmente cuenta con 19.26 millones de usuarios registrados en su servidor de la red social Discord, y que representa más de una cuarta parte (26,8%) del mercado global de herramientas de imágenes de IA generativa, según lo afirma el portal de estadísticas Statista. Detrás le sigue DALL-E, con un 24,35%, y Nightcafe, con un 23,52%.
La popularidad de los programas a su vez contribuye al alto flujo de actividad por parte de los usuarios, que ha aumentado de manera exponencial desde el año 2022, con el lanzamiento del modelo DALL-E 2 de la empresa OpenAI. Un estudio realizado por el servicio de imágenes stock generadas por IA, Everypixel, señaló que desde el año 2022 se han creado aproximadamente 15 mil millones de imágenes con la IA, un logro que demoró 150 años en el caso de los fotógrafos. Esto implica que se generan 34 millones de imágenes al día utilizando la herramienta.
Las opiniones de los profesionales y quienes estudian carreras relacionadas al campo artístico revelan los motivos que explican su postura frente a la IA generadora de imágenes, como lo es el caso de Priscilla Kuhnow, profesora de artes plásticas del colegio Sagrados Corazones de La Serena, quien expresó que “cuando se usa inteligencia artificial para crear arte, uno ya no está creando. Una de las habilidades más grandes del ser humano es la creación, lo que se refleja en la taxonomía de Bloom, que es lo que los profesores de arte nos avalamos para enseñar. Por lo tanto, limitar la creación en el ser humano y dejárselo a las máquinas, me parece pésimo. Siento que nos estamos autobloqueando y autolimitando”.
La opinión pública en torno a la IA es variada, y se advierte una diferencia entre los consumidores casuales y artistas. Una encuesta de la compañía de investigación de mercado YouGov reveló que de los 2.000 entrevistados, un 56% afirmó que les gustó el arte IA que habían visto, en contraste con el 19% que no les gustó. Por el lado de los artistas, un estudio del archivo en línea de artículos científicos arXiv develó que un 61,87% de los artistas encuestados encontró que los modelos de IA generativa eran una amenaza para sus oportunidades laborales, frente a un 44,88% que opinó que las IAs presentaban un desarrollo positivo para el campo artístico.
Max, estudiante de Animación Digital y Multimedia del Instituto Profesional Santo Tomás, señala que “mi mayor dilema con el uso de la IA Generativa proviene de dilemas morales. Se ha demostrado que las máquinas que se utilizan para hacer funcionar estos servicios consumen cantidades de energía similares a ciudades, si no es que naciones enteras, volviéndose de manera preocupantemente rápida una nueva amenaza al cambio climático que lleva años volviéndose cada vez peor”.
Impactos medioambientales
La inteligencia artificial generativa de arte, así como las IAs en general, provocan consecuencias negativas para el medio ambiente. Según un análisis de la Agencia Internacional de la Energía, una pregunta realizada a ChatGPT consume 10 veces la electricidad de una búsqueda de Google. Para 2030, se proyecta que las tecnologías implicadas dejarán un total de 5 millones de toneladas de residuos electrónicos, acorde a lo establecido en un artículo del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
La herramienta generativa también contribuye al calentamiento global. La compañía tecnológica SnowlTech afirma que los sistemas de inteligencia artificial necesitan una cantidad sustancial de energía computacional para funcionar de manera efectiva. Como consecuencia, las IA consumen grandes cantidades de energía que proviene principalmente de combustibles fósiles, lo que provoca un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. En el caso de ChatGPT, se estima que su emisión de dióxido de carbono es de aproximadamente 8,4 toneladas al año.
El agua es un recurso crucial para el funcionamiento de la IA, ya que sirve para refrigerar los centros de datos que la albergan y con ello evitar el sobrecalentamiento de los servidores que procesan la información y ejecutan sus modelos. Con relación a su consumo, un informe de la Universidad de Colorado Riverside y la Universidad de Texas Arlington indicó que se utilizaban entre 2 y 5 litros de agua para la generación de una sola imagen. En el caso del nuevo filtro de ChatGPT para crear ilustraciones al estilo de Studio Ghibli, se puede requerir hasta 3,45 litros para generar una imagen, lo que equivale a 17 vasos de agua.
Hasta la fecha, no existen regulaciones en materia medioambiental para la IA. No obstante, en 2021, la UNESCO publicó una serie de recomendaciones para el uso ético de la IA, en donde se incluye el ámbito medioambiental, y que fue adoptada por unanimidad por los 193 estados miembros de la organización. El marco normativo pretende guiar a la sociedad para que pueda afrontar de manera responsable los efectos de las tecnologías de la IA en los seres humanos, el medio ambiente y las sociedades.
Derechos de autor y legislación

El uso cuestionable de obras protegidas por derechos de autor para el entrenamiento de las IAs generativas también presenta un problema que deriva de esta tecnología relativamente reciente. Mediante algoritmos avanzados, las IAs descomponen y estudian las características distintivas de los diferentes estilos artísticos, lo que resulta en descripciones textuales o prompts que les permite imitarlos. Esto implica que para su funcionamiento utilizan imágenes, textos y videos de libre acceso en internet.
Si bien hay artistas que publican sus obras en plataformas de libre acceso, ello no implica que automáticamente accedan a que su trabajo sea utilizado para el entrenamiento de las IAs. En la encuesta anterior realizada por YouGov, un 73% de los artistas expresó que les gustaría que las empresas de IA generativa les pidieran permiso antes de utilizar sus obras. En torno al Copyright, en el mismo estudio un 89% de los artistas afirman que las leyes relacionadas con derechos de autor están desactualizadas para estos efectos.
Amanda Salinas, estudiante de Ingeniería en Videojuegos y Realidad Virtual de la Universidad Diego Portales, comenta que “como artista, odio que la IA robe imágenes sin permiso de los artistas para transformarlas en cualquier cosa. También odio que las empresas lo vean como una alternativa gratis”.
Aunque las leyes frente a esta materia se perciben como obsoletas, de cualquier modo existen instancias donde los artistas logran ser compensados cuando su trabajo es utilizado sin su consentimiento. Un caso en particular ocurrió el 12 de agosto de 2023 en Estados Unidos, donde se dictaminó que las empresas Stability AI, Midjourney, DeviantArt y Runway AI violaban los derechos de las ilustradoras Sarah Andersen, Kelly McKernan y Karla Ortiz al almacenar ilegalmente sus obras en sus sistemas de generación de imágenes.
Ante la carencia de un buen marco legal regulatorio, las legislaciones en torno a los problemas que derivan de la IA generativa de imágenes, ya sea se trate de daños al medio ambiente o infracción a derechos de autor, se perciben como desactualizadas por la población, y en Estados Unidos, una encuesta del Centro de Investigación Pew Research Center develó que un 62% de los participantes no tienen certeza de que el gobierno regule la IA de manera efectiva.
En la actualidad nuevas legislaciones para regular la IA se llevan a cabo en E.E.U.U. y un total de 550 proyectos de ley fueron introducidos en 45 estados y en Puerto Rico, cuya tramitación sigue vigente hasta el día de hoy. En el caso de Chile, la Política Nacional de Inteligencia Artificial con la que contaba fue modificada en abril de 2024, a través de un decreto supremo del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, por lo que la regulación en torno a esta materia se centrará a futuro en los principios de ética, inclusión y responsabilidad, reafirmando la visión de una tecnología al servicio de las personas.