Por Cediam La Higuera  (Anahis Mansilla)

 En la última década ha aumentado progresivamente el porcentaje de personas mayores de 60 años en Chile, según el estudio “Envejecimiento en Chile, evolución y características de las personas mayores” realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En este marco, se convierte en una urgencia desarrollar, entregar y difundir herramientas que abastezcan las necesidades de las personas mayores.

El incremento en las condiciones de vulnerabilidad de las personas mayores se ha visto marcado por diferentes aspectos, desde un bajo porcentaje de políticas públicas hasta la poca visibilidad de las mismas soluciones que ayudan a mejorar esta problemática. Actualmente en Chile se estima que el 85% de las residencias conocidas como Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.

 A pesar de que las normativas son bajas o resultan ser deficientes, nos encontramos con los Centros Diurnos para Personas Mayores (CEDIAM) que buscan promover y fortalecer la independencia y autonomía de las personas mayores.

En términos prácticos, estos centros realizan una evaluación previa y entregan una serie de talleres con enfoques psicológicos, sociales y  funcionales, que son realizados por el equipo de profesionales de los centros,  Además, estos centros se enfocan en el desarrollo del trabajo comunitario, a fin de integrar y ampliar el abanico de servicios dirigidos a la persona mayor y sus familias, potenciando las redes de apoyo y buscando contribuir a retrasar la pérdida de funcionalidad. Estos programas están a cargo del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) y de la municipalidad en donde se ubiquen los centros.

En la región de Coquimbo existen 11 Centros Diurnos para Personas Mayores, uno de estos programas es el Cediam de La Higuera que tiene 75 cupos, aunque actualmente trabajan con 82 personas mayores, El equipo del centro es multidisciplinario: el coordinador del centro, kinesióloga, trabajadora social, asistente de adulto mayor, terapeuta ocupacional y psicólogo. Se espera que próximamente se integre al equipo una podóloga. Estos programas están a cargo del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) y de la municipalidad en donde se ubiquen los centros.                  

La importancia en la difusión de las diversas herramientas para la etapa de envejecimiento resultan esenciales para la comunidad, ya que nos encontramos un incremento en el índice de la población mayor, y a su vez, estos enfrentan una realidad marcada por el evidente abandono y un envejecimiento patológico, como es la demencia y el deterioro cognitivo. Por ello, programas como el Cediam se convierten en actores influyentes para crear cambios y/o impactos positivos, especialmente en los objetivos principales buscando promover el envejecimiento activo, evitando todo tipo de deterioro, fomentando la funcionalidad y la independencia, así como la creación de redes de apoyo. 

 Las políticas públicas y el enfoque de los recursos de las municipalidades no considera esta temática como una urgencia en su pauta, y en el mismo sentido, los medios de comunicación locales no incluyen esta problemática social en la agenda noticiosa, sino que sólo se presentan como hechos aislados de abandono, deterioro, depresión, entre otras. Y por lo tanto, los centros y/o programas para personas mayores no tienen la visibilidad necesaria y no se presenta a la población la importancia que tienen para la autonomía e independencia de las personas mayores.