Revisamos testimonios de estudiantes provenientes de la educación pública subvencionada y particular, evidenciando brechas del modelo educativo chileno. 

Por Ignacio Calderón

Bajo la dictadura de Augusto Pinochet, impulsor de la transformación económica de nuestro país, se instaló un modelo marcadamente neoliberal, el cual llevó a cambios profundos, colocando a Chile como uno de los países más desiguales del mundo. El sistema educativo no fue la excepción.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Chile encabeza el ranking de países más desiguales entre las principales economías del mundo, esto demuestra las diferencias económicas entre quienes poseen riquezas y quienes no tienen acceso monetario, esta misma situación se vive en la educación chilena.

Según el Centro de Estudios del Ministerio de Educación en la actualidad en nuestro país existen 11.216 establecimientos, de los cuales coexisten, municipales, corporaciones, subvencionados y particulares pagados; estos centros de formación proveen educación de calidad, contribuyen a la formación integral y a los aprendizajes de los estudiantes en las distintas etapas de su vida. En la región de Coquimbo se encuentran 740 instituciones educacionales.

Educación Pública 

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO), la educación pública o municipal es aquella controlada y gestionada por autoridades públicas u organizaciones escolares, en la región de Coquimbo se encuentran 321 establecimientos educacionales que brindan la oportunidad de accesibilidad a la población de menores ingresos. 

Alejandra Briceño estudió en el Liceo Bicentenario Samuel Román Rojas de la comuna de Combarbalá, Estefanía Rojas egresó del Liceo Eduardo Frei Montalva en Monte Patria, en tanto Diego Cortés y Araselly Segovia formaron parte del Liceo Bicentenario Instituto de Administración y Comercio Estado de Israel en Coquimbo. Todos ellos fueron estudiantes de establecimientos municipales y aspiraron a ingresar  a la educación superior, pero el camino para conseguirlo no estuvo libre de dificultades. Factores en común como problemas económicos, preparación para la  ex Prueba de Selección Universitaria (PSU) se sumaron a la falta de contenidos abordados en las asignaturas, además consideraron deficiencia en la asignatura de inglés y ciencias, las condiciones laborales de los docentes y la demora en reconstrucción de inmueble afectado.

Algunos problemas de este sistema educativo fueron evidenciados, al respecto Diego señaló “encuentro que la educación pública es muy mala”, de igual forma Alejandra declaró “Siento que el estado tiene abandonada la educación municipal, el enfoque no está en nosotros, pero pese a eso hemos sabido salir adelante”.

A pesar de las dificultades que vivieron estos jóvenes, en la actualidad Alejandra ingresó al Instituto Profesional Andrés Bello (AIEP), Diego estudia en el Instituto Nacional de Capacitación de Chile (INACAP), mientras que Araselly se encuentra finalizando su carrera en la Universidad Católica del Norte (UCN) y Estefanía egresó del Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica Santo Tomás (CFTST).

Educación  Subvencionada 

Los establecimientos subvencionados son instituciones administradas por privados, pero reciben una contribución por parte del estado, es decir, financiamiento compartido, la cuarta región cuenta con 385 centros educacionales de este tipo.

Carla García egresó del establecimiento Kid’s World School en Coquimbo, por otra parte Natalia Palacios es ex alumna del colegio San Juan Bautista de Ovalle, ambas en la actualidad  estudian en la Universidad Central.

La evaluación de estas jóvenes en cuanto a su educación básica y media fue positiva, destacaron la labor educativa de sus docentes, las  herramientas que les brindaron, la comprensión y métodos de aprendizaje empleados por sus educadores. Destacaron sus instituciones y la relevancia que les inculcaron en cumplir sus sueños.

García enfatizó que “los profesores nos decían que debíamos acceder a la educación superior y elegir una carrera que nos gustara”, al igual que Carla, Natalia recalcó  “Nos hablaban siempre desde su perspectiva, que teníamos que seguir estudiando, nos orientaban, daban consejos en cuanto a sus experiencias, que seguir estudiando era bonito y después se veían los resultados en cuanto al esfuerzo de cada uno”.

Educación Privada 

Las instituciones educativas privadas son consideradas empresas, cuyo financiamiento proviene directamente y solamente de los apoderados, en ella existe libertad en cuanto a decisión de ingreso, condiciones, requisitos, entre otros puntos; nuestra región cuenta con 34 establecimientos; Catalina Osses y Rodrigo Riffo son ex alumnos de este sistema.

Catalina egresó del colegio Montegrande ubicado en La Serena, durante su formación básica y media pasó por establecimientos en que sus estudiantes y apoderados compartían situaciones económicas similares, en él no se veía y hablaba de estudiantes con problemas o situaciones económicas complejas, además los estudiantes tienen grandes posibilidades de ingresar a la universidad, con ello el acceso al financiamiento por parte de sus padres.

La educación que le otorgó su establecimiento fue de aprendizaje autónomo y atenciones particulares por parte de los docentes, al respecto expresó “En mi último colegio subí mucho mis notas y adquirí confianza al respecto, por lo tanto, me creía capaz y tenía el entusiasmo de lograr sacar una carrera profesional por lo que me proyectaba en la universidad”. En la actualidad Catalina se encuentra estudiando en la Universidad Católica del Norte.

Rodrigo estudió en el colegio Santo Tomás de la Serena y considera que la educación que recibió fue muy buena, su establecimiento lo formó en dos aspectos. Por una parte una educación efectiva concentrada en los valores propios de la persona y aspectos de superación, por otro lado una enseñanza académica de excelencia centrada en un análisis profundo de los contenidos que se encontraron en el programa educacional, y una sólida formación en la ex Prueba de Selección Universitaria (PSU). Al igual que Catalina, Rodrigo  ingresó a la Universidad Católica del Norte.

Prueba de Acceso a la Educación (PAES)

El próximo 19, 20 y 22  de Junio se rendirá por segunda vez la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), test que reemplazó a la extinta Prueba de Selección Universitaria (PSU), este instrumento estandarizado es una prueba escrita que forma parte del proceso de admisión a la educación universitaria, por lo cual miles de jóvenes la rinden todos los años.

Esta evaluación ha generado polémica ya que es acusada de discriminación y segregación escolar, pues quienes egresan del sistema público tienen resultados bastante por debajo en comparación con estudiantes de establecimientos subvencionados y particulares. 

Las cifras lo respaldan, numerosos datos han ilustrado los bajos puntajes promedio de los estudiantes que egresan de establecimientos educacionales municipales. Diego no pudo estudiar en la universidad y la carrera de sus sueños, ya que no contaba con el puntaje mínimo de ingreso, al respecto enunció “Quería estudiar ingeniería civil industrial pero no me alcanzó el puntaje”.

La inequidad del sistema educativo demuestra las brechas educacionales y económicas que aún persisten en nuestra sociedad, la discriminación arbitraria es abrumadora entre escolares y secundarios, factores sociales, educacionales y emocionales es lo que enfrentan algunos estudiantes, por consiguiente el aumento de  deserción  de estudiantes en el  primer año universitario ha llamado la atención de expertos en el tema. Para Alejandra esta situación no escapa de la realidad  “Ingresé a la universidad en el año 2019 y deserté al terminar el primer semestre, se me hizo complicado en comparación con mis compañeros”, manifestó.

El Ministerio de Educación ha establecido distintas medidas para romper con las brechas educativas, nivelar la educación y el acceso a ella, pero pese a las reformas que se han realizado en el sistema educativo y los esfuerzos por parte del estado por derribar las brechas educacionales no han dado solución a la raíz del problema social.